(Stg.,4:4): “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.
Amistad; entre otras acepciones: propensión, o sea, tendencia o atracción hacia algo. La amistad del mundo es enemistad contra Dios, porque aquellas cosas que te atraen del mundo y te seducen, te conducen a actitudes adulteras porque practicas lo de Dios y lo del mundo.
Tocare actitudes en la crianza de los hijos, que inciden en la no conversión de ellos y llegada la hora, deciden por el mundo, apartándose de Cristo y su congregación, lugar donde muchas nacieron.
1 No corrección
Dice (Pr.,22:15) “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él”. La consecuencia negativa de la necedad se enuncia en el (Sal.,53:1) “Dice el necio en su corazón: No hay Dios”.
Por tanto, al necio, aunque le hables con vehemencia de Dios y le explique todos Sus beneficios, esta totalmente incapacitado para digerirlo, porque en su corazón; dice: eso no es así, porque no hay Dios. Además, le acompaña el pensamiento: para qué, voy a orar; para qué, apartarme del pecado; sino hay Dios.
El único freno a ser necias, o sea, personas imposibilitadas de reconocer la existencia de Dios en sus corazones, aunque con la boca lo reconozcan, es aplicar la vara de la corrección desde niños, para alejar la necedad de sus corazones, pero no se hace porque el mundo a través de los sicólogos dice; que la vara de la corrección a edades tempranas, genera traumas síquicos severos e irreversibles, demostrando, así poseer atracción por el mundo, en ese aspecto.
2 Tibio
(Ap.,3:16) “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”, lo tibio, una mezcla de lo caliente (las casas de Dios) y lo frio (las casas de la Carne). Los padres puede que se ocupen, para que los hijos participen en las escuelas dominicales, actividades de la iglesia y les den ejemplos: al resolver los problemas familiares por medio de la Palabra y la oración.
De lunes a viernes de todas las semanas del curso escolar, lo cual suma más días que todas las escuelas dominicales del año, los hijos van con distintivos que no lo identifican como ciudadanos del cielo, expresan su deseo de ser iguales a figuras icónicas y le dan vivas a figuras políticas.
Pero, los padres permiten estas actitudes de la carne y no hablan con los hijos, ni con las autoridades del Centro docente explicando que esto no puede suceder, porque sus hijos son cristianos y nuestro distintivo es la actitud y que nuestro fin es parecernos a Cristo y solo a Cristo, además nuestra boca es para alabar solo a Dios, no a político alguno.
El contubernio con las casas del mundo impide que en los niños se genere una identidad cristiana y por ende se conviertan, porque aprende doble moral, cuando está en la escuela es una cosa y en la iglesia otra.
Dr. Ing. Genovevo Morejón Vizcaino
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