El día postrero (III)
Lugares espirituales
En (Is.,65:13-14)
“Por tanto, así dijo Jehová el Señor: He aquí que mis siervos comerán, y
vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis
sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados; he
aquí que mis siervos cantarán por júbilo del corazón, y vosotros clamaréis por
el dolor del corazón, y por el quebrantamiento de espíritu aullaréis”, se exponen
las escenarios en el siglo venidero; en la nueva Jerusalén y en las tinieblas
de afuera. Cuando el Señor alude a “mis siervos” se refiere a los que vivirán
en la nueva Jerusalén, y cuando a “vosotros” a aquellos que morarán en las
tinieblas de afuera.
La caracterización del
escenario de las tinieblas de afuera: Hambre, sed, avergonzamiento, dolor en el
corazón y quebranto de espíritu para aullar; a causa de estos atributos, muchos
intentarán, buscar la muerte, pero no la hallarán, porque tanto; “mis siervos” como
“vosotros”, vivirán 100 años. Explico, para evitar sorpresas llegado el tiempo
y mostrar otra alternativa, que puede mejorar significativamente el futuro
cercano.
En la
fecha, del día de hoy, nos encontramos en el tiempo definitorio, se denomina
así, porque en función de nuestra decisión se define nuestra posición en el
siglo venidero: En la nueva Jerusalén disfrutando por siempre o en las tinieblas
de afuera, sufriendo perpetuamente.
Recuerde la nueva Jerusalén y las tinieblas son
escenarios espirituales, hoy día, en lo visible; podrían convivir en casas
alternas; hombres convertidos (reino del Hijo) y no (tinieblas), así también
será el siglo venidero, en casa alternas de una misma calle podrían convivir; “mis siervos” y
“vosotros”, los primeros en la opulencia de Dios y los segundo en profunda
miseria irreversible, aun con el mayor de las esfuerzos humanos, no se podrá
revertir ni un solo palmo, porque apartado de Dios nada podéis hacer. El
momento de hacer para evitarla la gran penuria es ahora, para que en aquel
momento Dios este contigo en la opulencia.
Aquellos que no tomen la decisión debida en estos
días, en el siglo venidero verán al vecino: Comer, beber, alegres, cantando de
júbilo en el corazón, mas ellos; nunca podrán superar: El hambre, sed,
avergonzamiento, dolor en el corazón, quebrantamiento, haciendo lo que hagan,
porque eso es la caracterización del
escenario de las tinieblas de afuera, el lugar donde escogieron estar, por la
inacción del presente.
La única decisión conducente a la nueva Jerusalén es el arrepentimiento,
según: (2P.,3:9) “El
Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca (ir a las
tinieblas de afuera), sino que todos procedan al arrepentimiento (condición
para alcanzar la nueva Jerusalén)”.
Las
señales que indican la ocurrencia del Dia Postrero, se encuentran
en (Mt.,24:6-7): “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os
turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes,
y hambres, y terremotos en diferentes lugares”, además en (2Ts.,2:3): “Nadie
os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía,
y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”. Tantos, las señales
enunciadas por nuestro Señor Jesucristo y la apostasía profetizada por Pablo,
se palpan en la actualidad con gran intensidad, revelando la cercanía del Día Postrero,
por lo tanto, estamos en el tiempo definitorio.
La figura
muestra que en el presente siglo malo existen dos ubicaciones espirituales:
Tinieblas y el reino del Hijo amado. Llegado el Día postrero quienes se
encuentra en tinieblas será puesto automáticamente en las tinieblas de afuera con
sus nefastas consecuencias. La trayectoria para ser puesto en la nueva
Jerusalén esta mostrada en la figura. Primeramente, arrepentirse de la vida de
pecados y aceptar a Jesucristo como suficiente y único salvador. Con esto, te
ubican en el reino del Hijo amado. Una vez allí, te debes arrepentir,
humillarte y ponerte en las manos del alfarero para ser transformado a nueva
creación, según (Col.,6:15) “Porque en Cristo Jesús ni
la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación”
Los que
al llegar el Día Postrero no hayan alcanzado el estatus de nueva creación, por
no haberse puesto en las manos del alfarero, también serán puesto en las
tinieblas de afuera. El alfarero dice: Un corazón arrepentido y humillado, no
lo desprecio, porque éstas son las condiciones para ser transformado; también,
dice: Un corazón no arrepentido, lo desecho.
En el Día Postrero sucederá lo que dice (Is.,
65:17) “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo
primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”. La frase; “de lo primero
(presente siglo malo) no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”. Entre
las cosas que dice; dice: en el siglo venidero, todo cambiará:
·
Cristo tendrá el control absoluto del Universo, por
tanto, será eliminada la telaraña macabra, consecuentemente, cesarán las
funciones de los ejecutivos de las tinieblas.
·
Cambiará el sistema monetario, por lo cual, la inconmensurable fortuna
de los ejecutivos de las tinieblas dejará de existir. Además, no habrá reclamos,
porque no habrá memoria.
·
Todo es para Dios, por tanto, los ejecutivos de las tinieblas serán
expropiados.
En conclusión; los ejecutivos de las tinieblas en el Dia Postrero quedarán
irremediablemente expuesto a la triada de cambio; esto es: Desempleados
(se convertirán en ceros a la izquierda, sin capacidad de influencia y siendo
una más); sin dinero (se convertirán en personas paupérrimas o
menesterosos, sin un centavo) y sin propiedades (minas, cadenas de
hoteles, playas, pozos de petróleos, líneas aéreas, monopolios, etc.).
Una vez que los ejecutivos de las tinieblas (igualmente humanidad sin
Cristo), queden expuesto a la triada de cambio, tiene dos opciones; una; los
conduce de la opulencia de Satanás a la opulencia de Dios, la otra lo conduce
de la opulencia de Satanás a la profunda miseria
irreversible.
Todo depende de la decisión tomado en el tiempo definitorio.
Cuando se observa la figura; la distancia que existe entre enero del 2025
y el Dia Postrero, puede ser años, o meses, nadie la conoce, pues eso, se
encuentra en la sola potestad del Padre, pero conocemos; de su cercanía por la
manifestación de las señales. Entonces, no permita que llegue el Dia, sin
haberte arrepentido, si deseas pasar, de la opulencia de Satanás a la opulencia
de Dios, hoy es el Dia de arrepentirte. El Padre envío al Hijo para todo aquel
que en Él cree, pero tiene un límite de tiempo.
Recuerda, solo puede pasar de las tinieblas hasta la nueva Jerusalén,
por la cruz de Cristo, en dos etapas.
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Dr.
Genovevo F. Morejón Vizcaino